Ir al contenido
  • Inicio
  • ¿Quiénes somos?
  • Proyectos
    • Caral
    • Proyecto La Puntilla-Cerro El Trigal
    • Proyecto Ruinas Incas de Chinchero
    • Proyecto valle de Sondondo – Ayacucho
    • XSCAPE – Material Minds: Exploring the Interactions between Predictive Brains, Cultural Artefacts and Embodied Visual Search
    • Proyecto Pinturas rupestres río Loco
    • Proyecto Pampa Galeras
    • Proyecto Paisajes Rotos
  • Charlas
  • Artículos
  • Inicio
  • ¿Quiénes somos?
  • Proyectos
    • Caral
    • Proyecto La Puntilla-Cerro El Trigal
    • Proyecto Ruinas Incas de Chinchero
    • Proyecto valle de Sondondo – Ayacucho
    • XSCAPE – Material Minds: Exploring the Interactions between Predictive Brains, Cultural Artefacts and Embodied Visual Search
    • Proyecto Pinturas rupestres río Loco
    • Proyecto Pampa Galeras
    • Proyecto Paisajes Rotos
  • Charlas
  • Artículos
  • Inicio
  • ¿Quiénes somos?
  • Proyectos
    • Caral
    • Proyecto La Puntilla-Cerro El Trigal
    • Proyecto Ruinas Incas de Chinchero
    • Proyecto valle de Sondondo – Ayacucho
    • XSCAPE – Material Minds: Exploring the Interactions between Predictive Brains, Cultural Artefacts and Embodied Visual Search
    • Proyecto Pinturas rupestres río Loco
    • Proyecto Pampa Galeras
    • Proyecto Paisajes Rotos
  • Charlas
  • Artículos
  • Inicio
  • ¿Quiénes somos?
  • Proyectos
    • Caral
    • Proyecto La Puntilla-Cerro El Trigal
    • Proyecto Ruinas Incas de Chinchero
    • Proyecto valle de Sondondo – Ayacucho
    • XSCAPE – Material Minds: Exploring the Interactions between Predictive Brains, Cultural Artefacts and Embodied Visual Search
    • Proyecto Pinturas rupestres río Loco
    • Proyecto Pampa Galeras
    • Proyecto Paisajes Rotos
  • Charlas
  • Artículos
Proyecto Ruinas Incas de Chinchero
Las ruinas Incas de Chinchero o los dilemas de la conservación arqueológica en Perú.

Las ruinas Incas de Chinchero o los dilemas de la conservación arqueológica en Perú.

(Pablo García: pablo.garcia@incipit.csic.es)

La arqueología en Perú, y en América Latina, no es solo un sujeto o agente de investigación acerca del pasado prehispánico. Es también objeto de cuestionamiento de sus bases disciplinares, de raíz colonialista, y de sus prácticas científicas. Mi trabajo de investigación en Perú, iniciado en 2012, consiste precisamente en una antropología de prácticas arqueológicas hegemónicas y normalizadas por el paradigma científico dominante. Desde 2012 he venido trabajando en el pueblo de Chinchero, a 30 km al noroeste de la ciudad de Cuzco, en la ruta turística del Valle Sagrado de los Incas. Aparte de por la construcción del nuevo aeropuerto internacional del Cuzco, Chinchero es conocido y visitado por sus ruinas Incas, que se cuentan entre las más visitadas del Valle Sagrado.

Las políticas de conservación arqueológica, derivadas de la patrimonialización de las ruinas en 2002 y su reconversión en un ‘sitio arqueológico’, han generado transformaciones que han afectado sustancialmente a las relaciones de los pobladores con su legado histórico. Como en otros lugares, la redefinición de las ruinas como «zona arqueológica» y su delimitación como tal, introdujeron una fractura temporal que separaba el pasado arqueológico – Inca, lejano y desconectado del poblador actual – de un presente habitado por unos pobladores supuestamente sin vínculo directo con lo prehispánico (excepto cuando se trata de las representaciones para el turismo cultural). Al negarse esta continuidad temporal se negaba al mismo tiempo los derechos de los comuneros sobre el territorio histórico de las ruinas, ahora sometido a su nueva condición arqueológica y, por ende, a la autoridad incuestionada de los arqueólogos y de otros profesionales del pasado.

Simultáneamente, y como consecuencia de estos procesos, unas políticas de conservación restrictivas y de corte monumentalista han limitado o prohibido los usos tradicionales en las ruinas e, irónicamente, han separado al poblador de un patrimonio que ya no siente como suyo. El turismo cultural – gran aliado de los procesos de puesta en valor arqueológicos – ha jugado un papel fundamental en esta expropiación. Lo ha hecho favoreciendo la visión monumentalista, ahistórica y museística de unas ruinas convertidas ahora en icono turístico, pero despojadas de su condición social y de su contemporaneidad. Los efectos positivos del turismo en las economías locales como la de Chinchero han sido innegables. Sin embargo, la vocación eminentemente turística de los sitios arqueológicos, junto con la actividad científica en forma de excavación y mantenimiento, han fortalecido procesos de exclusión de la población residente, a menudo resultantes de la patrimonialización de los paisajes culturales andinos.

El trabajo antropológico institucional en Chinchero, del que cabría esperar una visión más sensible a la perspectiva del poblador, está guiado por los dictados de los arqueólogos. Los antropólogos trabajan bajo el principio de la «sensibilización». Tal concepto asume erróneamente que los pobladores necesitan educación patrimonial – en otras palabras, aprender a valorar el patrimonio – porque son los primeros en dañarlo con su actividad. Este enfoque proyecta sobre el poblador valores patrimoniales institucionalizados y académicos que el poblador no tiene por qué compartir necesariamente. Además, ignora las relaciones históricas de las comunidades andinas con su pasado material, relaciones fundadas sobre valores distintos, más proclives al uso y al reciclaje de materiales que a su preservación pasiva. Al mismo tiempo, el trabajo antropológico en Chinchero está atravesado, como la práctica arqueológica en general, por relaciones de poder y tensiones étnicas y/o de clase entre gestores culturales y comuneros o campesinos. Éstos viven frecuentemente en condiciones de precariedad o pobreza por lo que entre sus prioridades difícilmente puede estar la conservación del patrimonio.

Mi actividad investigadora en Chinchero parte de la identificación de toda esta problemática y en la reafirmación del carácter político de la arqueología y del turismo, pero va más allá. Se adentra en el territorio de la propuesta alternativa de manejo de estos sitios (lugares) desde las lógicas locales del espacio y del tiempo. Estas lógicas, enraizadas en una tradición andina que entiende el territorio no como «naturaleza», sino como un sistema de relaciones recíprocas dentro de temporalidades cíclicas y esquemas de organización rotativos, priorizan una aproximación pragmática a la cultura material del pasado que la reinserta continuamente en el presente por medio de su reactualización y reutilización.

Una ‘conservación’ alternativa del territorio histórico de las ruinas pasaría entonces por la reincorporación – actualizada- de principios de manejo (relación) encarnados en prácticas de paisaje de largo aliento como el muyuy y el linderaje. El muyuy es el sistema de rotación de cultivos por el cual se ha organizado tradicionalmente el trabajo agrícola en las comunidades andinas. Linderaje es una celebración del territorio en estas comunidades (restablecer principios de circulación e historicidad). Consiste en recorrer circularmente los límites de la comunidad honrando los hitos o mojones que delimitan el territorio y que se identifican con los ancestros. Ambas prácticas – muyuy y linderaje – restablecen principios críticos de territorialidad, circularidad, uso e historicidad que han sido extirpados por la conservación arqueológica y que resultan fundamentales para que estos espacios recobren su condición de lugar vivo donde confluyen pasado y presente orgánicamente.

La justificación habitual de los gestores culturales para prohibir o restringir estos usos sociales es que resultan perjudiciales para la preservación de los vestigios prehispánicos y que suelen ser incompatibles con las expectativas de los turistas (sitio limpio, restaurado, monumental). La realidad es que, al suprimir el contacto físico entre poblador y sus ruinas mediante una normativa rígida (de prevención de usos sociales), los sitios arqueológicos resultan espacios socialmente inertes, museos al aire libre sin dinamismo interno y desconectados del resto de eventos que renuevan periódicamente a las comunidades.

Título de la charla investigación El Trigal

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua. Ut enim ad minim veniam, quis nostrud exercitation.

EXPOSICIÓN VIRTUAL
PROYECTO «Ruinas incas de Chinchero»

Chinchero, vista general.

El pueblo de Chinchero nació originalmente del complejo residencial del gobernante Topa Inca Yupanqui, a comienzos del siglo XV aproximadamente. La invasión española de Cuzco devino en el incendio de la hacienda real de Topa Inca y de su despoblamiento temporal, hasta que los ayllus o comunidades andinas dispersas por la zona volvieron a ocuparlo, si bien bajo el gobierno indirecto de los españoles. Fueron estos ayllus los que empezaron un proceso de disputa por la tierra con los hacendados españoles que ocupaban todavía la mayor parte del territorio de Chinchero en época colonial. Con el reconocimiento del título oficial de tierra por parte de la Corona española a los líderes de las comunidades, los hacendados fueron expulsados y la tierra pasó a manos de los ayllus con su manejo colectivo del territorio. Las cosas no cambiaron mucho durante la época republicana, pero la Reforma Agraria del general Velasco en torno a 1970 volvió a cambiar la fisonomía de la tenencia de la tierra en la cordillera andina. La Reforma repartió más tierra a los campesinos organizados en cooperativas, tierra expropiada a terratenientes y gamonales que todavía ejercían poder en las comunidades. El último episodio relacionado con la tenencia de la tierra en Chinchero ha sido la venta de terrenos comunales para la construcción del nuevo aeropuerto de Cuzco.

panel-2

Chinkana

La chinkana es la huaca o centro ceremonial principal de Chinchero. Desde tiempos prehispánicos, esta gran roca ha sido el lugar que ha polarizado la vida ritual en el pueblo, junto a otras huacas ubicadas igualmente dentro del sitio arqueológico. Aquí se han practicado habitualmente las ofrendas (despachos y pagos) propias de una religiosidad andina preocupada por mantener relaciones de reciprocidad y equilibrio con las entidades no-humanas del paisaje que afectan la vida diaria del poblador. Con la patrimonialización de las ruinas, la actividad ritual en la chinkana (y en el resto de huacas) ha sido prohibida por considerarse incompatible con su conservación.

Templo colonial

La iglesia de Nuestra Señora de Monserrate es un ejemplo de valores locales patrimoniales. A diferencia de las ruinas Incas, en Chinchero ha habido una tradición ininterrumpida de uso del templo desde su fundación colonial en 1603 hasta el presente. Los mayordomos han sido los encargados de cuidar del templo, tradición que continúa hasta la fecha. Por su parte, los pobladores ubican en él eventos importantes de sus biografías personales, como bodas, bautizos, funerales, etc. Además, el templo es el lugar que construyeron los abuelos con su esfuerzo y, a veces, con su sangre, pues algunos murieron durante la construcción y muchos de ellos están aún enterrados bajo la estructura. Es por eso que para los pobladores su historia está aquí, y no en las ruinas Incas, por más que la institucionalidad patrimonial se esfuerce en vano en «sensibilizar» al poblador para que valore más estas últimas.

panel-3
panel-4

Aeropuerto

El nuevo aeropuerto de Cuzco en Chinchero es una intervención muy controvertida en el paisaje local. Desde que las comunidades decidieron vender sus tierras para el proyecto en 2013, las objeciones técnicas, medioambientales y sociales han sido numerosas. El nuevo aeropuerto promete más turismo y desarrollo en general para Chinchero y la región, algo que aún está por ver. La realidad hasta ahora es la distorsión de uno de los paisajes culturales más valiosos del Cuzco en nombre de un desarrollo depredador y de una ideología de la modernidad que confunde progreso con destrucción.

Linderaje

El festival del linderaje, que se celebra en Chinchero todos los años en febrero, coincidiendo con la época de lluvias y la maduración de los cultivos, es un ejemplo de cómo cuidar de un territorio sin necesidad de aplicar políticas de conservación patrimonial. El hecho de caminar es fundamental, ya que obliga a conocer bien el territorio, sus nombres e historias, y a renovar vínculos con él mediante el rito que generalmente acompaña el acto de caminar en los Andes. Los hitos o mojones – cada uno con su propio nombre – no solo remiten a la memoria de los ancestros, sino que son agentes políticos que median asuntos importantes del presente para las comunidades. Entre estos se cuentan las disputas intercomunitarias por linderos y la elaboración de mapas documentales que pueden ser utilizados como evidencia en instancias legales. Además, el linderaje es la faena o trabajo colectivo más importante del año, relacionado con las chacras o terrenos de los comuneros. De esta manera, linderaje reintegra pasado y presente de forma armónica y sin las fracturas temporales propias de la patrimonialización.

panel-5
panel-6

Turismo cultural

El turismo llegó como una bendición a Chinchero en la década de 1980, cuando la localidad subsistía con una agricultura familiar que apenas abastecía para las necesidades locales. Con el dinero del turismo se mejoró el pueblo y las familias pudieron educar a sus hijos debidamente. Sin embargo, el turismo ha sido también fuente de problemas y conflictos. La puesta en valor arqueológica de las ruinas Incas se hizo pensando en su aprovechamiento turístico. La discusión por quién retiene los ingresos generados por la visita a las ruinas ha sido permanente en el pueblo. Las expectativas de un turismo cultural que se predica sobre la diferencia maximizada han fortalecido la perspectiva monumentalista y arqueologizante de las ruinas Incas y su sujeción a un régimen restrictivo que, de hecho, separa al poblador de este espacio significativo. El mismo aprovechamiento turístico del sitio previene la introducción de usos sociales tradicionales – como la agricultura y la vida ritual – que facilitarían la reapropiación del sitio por parte de los pobladores y le devolverían su condición histórica.

chinchero-vistageneral

Investigador

Pablo García Bengoechea

Pablo García Bengoechea, es doctor en antropología social por la universidad de Saint Andrews (Escocia). Actualmente se desempeña como investigador postdoctoral Marie Curie en el Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit-CSIC), en España. Su tesis doctoral (originalmente en inglés) ha sido publicada en Perú en español por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), con el título: En el nombre del turista: Paisaje, Patrimonio y cambio social en Chinchero. Además de esto, ha publicado varios artículos en revistas académicas y volúmenes editados. Su investigación es una reflexión crítica acerca de los procesos de patrimonialización de ruinas prehispánicas y culturas indígenas en Perú y América Latina en general, y de sus efectos sobre las relaciones históricas de estas poblaciones con su pasado material.

pablo.garcia@incipit.csic.es

Artículos

En el nombre del turista: Paisaje, patrimonio y cambio social en Chinchero https://fondoeditorial.iep.org.pe/producto/en-el-nombre-del-turista-paisaje-patrimonio-y-cambio-social-en-chinchero/

Ruins in the landscape: the archaeological heritage of Chinchero. https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/1359183517702932

From Folk History to empathy: contesting heritage values in Chinchero, Peru. https://doi.org/10.1080/13527258.2016.1277778

Indigeneity in the air: The case of Chinchero airport in Cusco, Peru https://doi.org/10.1111/blar.12743

Archaeological restoration and heritage actions in Ollantaytambo https://doi.org/10.3390/heritage1020027

Weaving for tourists in Chinchero, Peru. 
https://doi.org/10.1177/1359183517725098

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/2159032X.2024.2326317

Créditos y agradecimientos

Facebook-f Youtube

Copyright 2025 - Yachay. Todos los derechos reservados.